El nuevo presidente de Nueva EPS, Aldo Cadena, advirtió que en el cierre financiero del 2023, la compañía reportó pérdidas que ascienden a los 411 mil millones de pesos, generando un patrimonio negativo, incremento del costo médico, desbordadas quejas, tutelas, y una elevada cartera con prestadores y proveedores.
Sin embargo, afirmó que la crisis no es exclusiva de la entidad, sino del sistema de salud en general, que se viene acumulando durante varios años.
“Todas las empresas promotoras de salud acusan una situación igual o peor que la nuestra, lo que hoy se refleja en el incumplimiento de los requisitos mínimos de permanencia: patrimonio adecuado, capital mínimo y reservas técnicas”, afirmó Cadena.
Ante esta situación, anunció una serie de medidas para humanizar el servicio e insistió en implementar un modelo de atención preventiva y predictiva en todo el territorio nacional.
Entre las acciones a implementar para enfrentar la crisis se resalta la democratización de la contratación para evitar la posición dominante de contratistas, equidad en los pagos, activar un riguroso mecanismo para la disminución de las PQR y tutelas evitables, llevar medicamentos al domicilio de adultos mayores y crónicos,
garantizar oportunidad efectiva de citas, procedimientos, cirugías, terapias, represadas durante mucho tiempo por las IPS.
Cadena fue enfático al señalar que “no viene a quebrar la EPS, sino a sacar la entidad adelante, con la voluntad del gobierno, los accionistas y el concurso decidido de los trabajadores de la Organización”.
Nueva EPS es la entidad de salud más grande del país, con diez millones de afiliados, de los cuales 5.9 millones pertenecen al régimen subsidiado y 4.8 millones están en el régimen contributivo.