Se evidencia en el Concejo incertidumbre sobre obra de Transmilenio por la Séptima

La troncal de Transmilenio por la carrera séptima evidenció hoy otra vez que una es la mirada que tiene de la obra un grupo de concejales que la apoya y otra un sector de la ciudadanía que muestra su rechazo.

En un debate de control político realizado hoy en el Concejo de Bogotá, la voz de esa ciudadanía tuvo reducido protagonismo por el mínimo tiempo que se le dio para intervenir.

Sin embargo, se alcanzaron a escuchar voces contrarias al proyecto de Transmilenio por la séptima, reiterando que afecta la ciudad en materia ambiental, urbanística, financiera y de salud para concluir que no es viable.

Desde el cabildo, concejales como Luz Marina Gordillo consideró la obra como perentoria, aludiendo que impactaría positivamente además a tres importantes localidades como son Chapinero, Santa Fe y Usaquén.

El concejal del movimiento progresista Hollman Morris sin embargo no lo ve así y en cambio señaló que de 14 productos contratados para la Troncal de Transmilenio por la Séptima, solo están terminados seis, además de que aún no están listos los diseños de ingeniería de detalle que posibilitarían un acercamiento al costo real de la obra.

A todo esto se escucharon voces como la del concejal Diego Devia,  solicitando algo que ya el alcalde Peñalosa garantizó pero que algunos concejales controvierten: La seguridad que esa troncal solo tendría buses eléctricos o a gas.

Un grupo de concejales que apoyan abiertamente la obra conformado por Lucia Bastidas, Diego Molano, María Victoria Vargas, David Ballén y Julio Cesar Acosta reconoce que para hacerla viable es urgente agilizar la entrega de los estudios y diseños y dar claridad sobre las vigencias futuras y el estado de la compra de la flota de buses que circulará por esa importante arteria.

Pero los argumentos en contra de Transmilenio por la Séptima también se centraron hoy en llamar la atención, como lo hizo la concejal María Fernanda Rojas, en que será la troncal con mayores intersecciones del sistema, 30 contemplando un solo carril lo que calificó de grave. Puso en entredicho la eficiencia del diseño alertando que la vía podría terminar en un grave embotellamiento y caos.

Dos concejales de orillas ideológicas lejanas, Daniel Palacio y Celio Nieves, plantearon que es más urgente ahora buscar un desembotellamiento del occidente de la ciudad, lo que hace necesario dar vía libre a la construcción de troncales como las de la Avenida Boyacá y Avenida 68.

El debate de hoy sirvió también para recordar un argumento que han planteado quienes se oponen a la construcción de Transmilenio por la séptima y es el referente a lo angosto de la vía en muchos de sus tramos, situación que terminaría por generar afectaciones a construcciones de patrimonio cultural, tema que remarcó el concejal Jairo Cardozo del movimiento MIRA.

Los Concejales Juan Carlos Flórez, Manuel Sarmiento y Hollman Morris reiteraron que el IDU sigue mintiéndole a la ciudadanía sobre los estudios previos y con el diseño de las estaciones que sigue siendo el mismo de hace 2 años y medio, dejando a la ciudadanía con el mismo problema en el flujo de ingreso y salida.

Al final del debate se decidió la conformación de una comisión accidental cuya labor será hacerle seguimiento al desarrollo del proyecto de la troncal de Transmilenio por la carrera séptima.

Pero un sector de la comunidad bogotana no desiste de oponerse a la obra y es así como un colectivo denominado “Defendamos la Séptima” persiste en su objetivo de que la administración lo desmonte, para lo cual anuncia demandas contra el proyecto asesorados por un grupo de abogados.

Este proyecto si se concreta, sería financiado como recursos del Distrito por lo que queda fuera de cualquier eventualidad frente a quien resulte elegido como presidente de la república , cosa distinta al megaproyecto del Metro que por ser financiado en un 70% por la nación, está en vilo frente a los resultados electorales de la segunda vuelta, más si el triunfador es Gustavo Petro quien hoy anunció que una de sus primeras acciones de gobierno será notificar al alcalde Peñalosa que el metro elevado no iría y se retomaría el subterráneo, en el que avanzo en su administración como alcalde.

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