Bogotá se apresta a utilizar drones para reforzar su sistema de vigilancia. Así lo anunció recientemente el Secretario de Seguridad, Daniel Mejía, quien sin embargo no ahondó aún en detalles de cuándo y cómo.
La preocupación cada vez en aumento de los habitantes de la ciudad frente a la acción delincuencial, los ha motivado a buscar alternativas de cómo enfrentarla y es así como ya en Usaquén, la localidad 1 de Bogotá y más específicamente en sector de Multicentro, están decididos a reforzar su red propia de vigilancia con un dron equipado con cámaras de video.
Se trata de pequeños helicópteros de tres a seis hélices manejados a control remoto. Pueden ser grandes como una mesa o tan pequeños que caben en la palma de la mano.
La idea de utilizar drones en Bogotá ya había sido planteada en el gobierno de Gustavo Petro cuando hace 3 años se abordó un plan piloto determinar si se integraba estos equipos al sistema de seguridad local, por lo que se realizaron pruebas y sobrevuelos en la ciudad con aeronaves de pequeño y mediano tamaño, para determinar la eficacia de estos equipos y decidir si se trabajaba con ellos. Del plan piloto no se pasó mientras se precisaba la necesidad de permisos tanto de la Aerocivil como de la Fuerza Aérea.
Los drones como herramienta para reforzar la seguridad ciudadana ya tiene antecedentes en otras latitudes. Para no ir más lejos, hace 3 años se usaron por primera vez en Ciudad de México para vigilar a los participantes en varias manifestaciones convocadas por la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación.
En esta primera experiencia cercana de este tipo se trató de un drone, un cuadricóptero manejado a control remoto.
En pruebas previas sobre la efectividad de drones para trabajos en ciudades se ha experimentado para medir edificios y detectar fallas en lugares hasta hoy inaccesibles.
Aquí muy cerca en Bolivia el año pasado el gobierno empleó por primera vez equipos de vigilancia aérea o drones para mejorar la seguridad en el Carnaval de Oruro y se tomaron imágenes con tal grado de aproximación que identificaron los rasgos somáticos de las personas.
Aún en nuestro país no conocemos que se haya normado el uso de drones como si lo han hecho ya Argentina, México y Chile. Tema que no es menor en razón a que pese a los beneficios que pueden traer los drones como instrumento de vigilancia en las ciudades, un temor paralelo ronda y es la posibilidad de su uso para fines terroristas.
Un hecho que se funde con los primeros antecedentes de los drones se remonta al siglo 19. Cuenta la historia que el ejército de Austria utilizó globos cargados con explosivos en un enfrentamiento contra la mítica ciudad de Venecia
El experimento no resultó efectivo pues el viento desvió muchos de ellos y el objetivo de hacerlos estallar cuando estuvieron sobre la ciudad enemiga falló.
La controversia alrededor del uso de drones es la invasión a la intimidad debido a su capacidad y manipulación que lo identifica. Un dron puede estar captando imágenes o filmando actividades privadas sin consentimiento de los implicados, lo que ha obstaculizado su comercialización.
En nuestro país un antecedente sobre la posibilidad del uso de drones con fines de vigilancia se esbozó en Bucaramanga el año pasado cuando la Dirección de Tránsito de esa ciudad esbozó la posibilidad de acudir a esta tecnología para vigilar la movilidad e identificar a los contraventores de las normas de tránsito. La reacción ciudadana contraria a esa alternativa diluyó la propuesta.
El uso de drones con el fin que anuncia el Secretario de Seguridad de Bogotá, Daniel Mejía, que es el de reforzar la estrategia de vigilancia ciudadana, fue planteado específicamente en 2013 por el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg quien consideró esa herramienta como parte de la lucha contra el crimen en las grandes ciudades.
Más aún el excandidato presidencial de EEUU, John McCain antepuso a la polémica propuesta de Donald Trump de construir un muro en la frontera con México, la posibilidad de utilizar drones como una herramienta de vigilancia aérea que serviría para detectar las actividades de organizaciones criminales que operan en la región.
Por lo pronto el Secretario de Seguridad de Bogotá, Daniel Mejia, dice que los drones serán una herramienta de vigilancia aérea que serviría para detectar las actividades de organizaciones criminales que operan en la ciudad, dejando entrever que un escenario de trabajo con los drones sería las zonas donde se concentra el 30% de los delitos que son aproximadamente 750 cuadras.
“Los gobiernos deben iniciar por trabajar en políticas públicas de seguridad ciudadana en alianza con las entidades de vigilancia del Estado y con innovaciones en tecnología. La política pública no funciona si sólo la lidera la Policía, los entes de investigación o solo el Distrito, debe tener innovaciones en tecnología”, dice Mejía.