La fría estadística que esconde el drama de los adultos mayores abandonados en Bogotá.

Un destino obligado del ser humano, sino media una decisión distinta del Creador, es llegar a una edad, en que pintando casi siempre hilos de plata en las sienes, empieza a observar una realidad que creyó nunca llegaría: Eso que llaman la tercera edad.

La fila preferencial, el asiento en el bus de color distinto, la sonrisa cómplice de aquellos que ven el “el viejo” una fotografía que en unos años se les devolverá cuando se miren al espejo, el encuentro religioso con los pares para en tinto diario en la misma mesa y en la misma cafetería y hablando sobre lo mismo de hoy y lo distinto del ayer.

Esa vejez resulta ser la soñada y luchada por muchos pero alcanzada por pocos. La realidad es que llegar a viejo en ciudades como la nuestra, en muchas ocasiones es momento para ser visto como el mueble viejo que debe arrinconarse incluso esconderse. Como no decir que en muchas familias el viejo es motivo de incomodidad y hasta de carga para quienes olvidan que esos viejos fueron dadores de vida, alegría y seguridad.

La fría estadística dice que en Bogotá en promedio dos adultos mayores son abandonados diariamente a su suerte por su entorno familiar. De no creer. Valdría la pena poder saber que corazón tienen aquellos que deciden deshacerse de su viejo o querida vieja porque consideran que se les convirtió en carga.

Se volvió algo normal ver policías recogiendo abuelos de las calles y llevándolos a los llamados Centros de Protección. Más aún es una constante que los centros hospitalarios públicos pidan traslado de adultos mayores que son llevados a esas instituciones por familiares que nunca vuelven por ellos.

Lo extracto literal de alguien,  de quien no pude conseguir su nombre para el respectivo crédito, que inteligentemente resumió cuan diferente se valora la vejez en las culturas, decía: “  En las culturas milenarias de oriente las personas de la tercera edad son valoradas por su grandiosa sabiduría acumulada durante muchos años, los jóvenes recurren a ellos para pedir consejos y para aprender los valores y la clave de la felicidad, en occidente en cambio durante muchos años las personas de la tercera edad fueron vistos como inútiles por estar fuera del sistema de productividad y por el creciente culto a la juventud y la belleza”.

Bogota AMPM buscó a Patricia Gómez, Subdirectora para la Vejez de la Secretaria de Integración Social, para ahondar en el tema, evidenciar la situación y conocer en la práctica cuando ya los viejos son considerados estorbos, como actúa el Distrito.

Escuche el audio aquí.

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