Indígenas en Bogotá, una situación que empeora

Tras los enfrentamientos presentados la noche del miércoles, entre decenas de integrantes de la comunidad Emberá Katio, que ya llevan siete meses alojándose en el Parque Nacional y el Esmad de la Policía Metropolitana, la situación de los indígenas no parece tener una solución. Más de 40 personas resultaron heridas, seis buses del sistema de transporte público, una ambulancia y tres vehículos particulares fueron vandalizados, además la zona quedo destruida ante el paso de la protesta. La administración asegura que se están usando a menores de edad como escudos humanos.

Los líderes indígenas por su parte aseguran que los desmanes se presentaron porque las autoridades no respetaron la protesta pacífica de la comunidad, ante la precariedad con la que han sido tratados.

“Los funcionarios que llegaron lo hicieron sin cumplir con nada, ninguna solución estructural, no se ha brindado ningún tipo de solución, esto hizo que se diera mucha indignación y por ello en colectivo tomamos la decisión de tomarnos la séptima y hacer pedagogía. Pero en ese momento llega el ESMAD y se intentó un dialogo con ellos para que permitieran retirar a las mujeres y los niños pero no lo permitieron y empezaron a atacar”, aseguró Jairo Montañez, líder Bakata.

Los heridos de la comunidad Emberá fueron 24, incluida una menor de siete meses que se encuentra en grave estado de salud tras recibir fuertes golpes en la cabeza. Sin embargo, las autoridades aseguraron que los indígenas usaron a sus niños y mujeres embarazadas como escudos y que fueron atacados con palos, machetes y dardos.

“A más de 30 vehículos no se les permitió la movilidad, fueron amenazados e intimidados y solicitando dinero, se realiza el respectivo protocolo de dialogo casi por tres horas y no surtió efecto. Varios niños fueron instrumentalizados y puestos en primera línea. Ellos iniciaron actos de vandalismo y por ello se realiza la intervención de unidades especializadas” reportó el subcomandante de la Policía Metropolitana, Coronel Herbert Benavidez.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, defendió la actuación de la Policía y el ESMAD al tratar de controlar los desmanes de quienes obstruyeron la vía y denunció que la comunidad indígena apaleó e hirió a 10 gestores de convivencia, así como a un representante de la Defensoría del Pueblo que se encontraba en el lugar.

“En varios casos, pero especialmente en los desmanes presentados hay plena evidencia en cámaras, con testigos y con grabaciones, de la instrumentalización de menores para la protesta y las agresiones y es que manipular niños no solo es injusto, es un delito con más de 10 años de cárcel que la ley establece, y que además no tiene ningún tipo de beneficio jurídico”, aseguró la mandataria local.

Por estos actos, el Distrito y la Defensoría interpusieron en las últimas horas ante la Fiscalía la respectiva denuncia para proteger a los niños. Por su parte los líderes indígenas radicaron ante la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en Ginebra (Suiza) la denuncia para que se que se abra una investigación contra el ESMAD por delitos de lesa humanidad.

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