Tras dos días de actos vandálicos en las inmediaciones de la Universidad Nacional, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, denunció que varios individuos encapuchados atacaron a la fuerza pública y al personal de seguridad de la Universidad y de las estaciones de Transmilenio con gasolina y materiales explosivos, hechos que son materia de investigación por las autoridades para identificar a los responsables.
El mandatario fue contundente al señalar que no se negociará con encapuchados que intenten agredir a la población o dañar el sistema de transporte, “se tomarán medidas inmediatas para preservar la tranquilidad en las inmediaciones de las universidades Nacional y Distrital, donde se han registrado alteraciones al orden público en los últimos días”, indicó.
Galán solicitó al Gobierno Nacional realizar una intervención inmediata en la Universidad Nacional debido a la presencia de criminales que atacan a la fuerza pública. Sin embargo, advirtió que el Distrito no puede ingresar al campus universitario, respetando la autonomía universitaria.
Gustavo Quintero, secretario de Gobierno, confirmó que los encapuchados están utilizando niños de la comunidad indígena Misak, como escudos colocando en alto riesgo la vida y la integridad de los menores. Esta comunidad llegó a la ciudad para marchar en las manifestaciones del primero de mayo, en el Día del Trabajo.
Quintero calificó como inaceptable que los menores participen en confrontaciones, por lo que se está coordinando con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para garantizar su protección.