Habla con voz ilusionada frente a lo que es su máxima como defensor del patrimonio de la ciudad. Nos dice que nos pertenece a todos y que su reto es lograr que los bogotanos se lo gocen, lo disfruten, se identifiquen con él.
Es un enamorado, como debemos serlo todos los bogotanos, de los cerros orientales y asegura que con escenarios tan bellos como los cerros, el concepto de patrimonio se amplía al patrimonio natural, paisajístico que es cultural también.
Se duele y con razón, del vandalismo contra monumentos ubicados en el espacio público de la ciudad, porque considera que es un síntoma de la pérdida de identidad de los bogotanos con lo suyo.
Con ilusión nos comparte que además de generar conciencia sobre el patrimonio se debe actuar y entonces reseña trabajos que se adelantan como la restauración del obelisco a los Mártires en la plaza del mismo nombre, la recuperación de la fachada de la Iglesia del Voto Nacional y el montaje de un gran jardín en su plaza que tendrá el mantenimiento de los soldados del Batallón Guardia Presidencial.
También la alianza con el sector privado para recuperar el obelisco a Nicolás Copérnico al lado de la Plaza de Toros, como muestra de la aceptación que empieza a darse de la campaña “Adopta un monumento”.
Nos dio otro ejemplo de esa alianza con la recuperación de la Plazoleta del Rosario, asumida por la universidad del mismo nombre que además se encargará de su mantenimiento.
Defiende el concepto de que no todo se circunscribe al patrimonio histórico y que éste cobra contenido con el patrimonio inmaterial.
Su charla cobra un nuevo matiz cuando le preguntamos sobre el centro histórico de la ciudad al que no duda en calificar como el más importante del país y que debe ser monumento nacional.
Reflexiona sobre estos tiempos modernos y viviendo en una megalópolis, cómo a los bogotanos se no está olvidando el centro. Pero destaca que aún por sus calles transitan 2 millones de personas al día.
Precisa que ese centro histórico es más que la Plaza de Bolívar y sus calles adyacentes y se extiende más allá, hacia las Cruces, Las Nieves, San Victorino, Los Mártires y asegura que el alcalde Enrique Peñalosa tiene un compromiso junto con todas las entidades del distrito en recuperar ese centro histórico como algo inaplazable.
Hasta nos recordó que la Catedral Primada de Bogotá que hoy vemos, no es la original, no podría serlo. Que en ese sitio se han construido cuatro catedrales en diferentes tiempos. La actual data de comienzos del siglo 19.
Al destacar la importancia del Instituto que dirige, lo califica como el Instituto de la memoria y a esa memoria, añade, debemos dejarle algunos elementos que nos identifican, haciendo alusión a la necesidad de mantener en el tiempo algunas construcciones que por su historia son parte del alma de esta ciudad.
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