La idea de reforzar en el imaginario colectivo de los bogotanos el compromiso con el medio ambiente, pintando de verde y eventualmente de amarillo y anaranjado los próximos buses eléctricos y a gas que lleguen para el SITP, desató una controversia avivada por el exalcalde Enrique Peñalosa desde su cuenta de Twitter.
Todo comenzó cuando Peñalosa escribió el siguiente trino en su cuenta:
“Nosotros con nuestra gerente de TransMilenio María Consuelo Araújo compramos 500 buses eléctricos que llegan pronto. La alcaldesa ha dedicado mucho tiempo a lograr pintar de verde los buses azules eléctricos que compramos a ver si se apropia algo de ellos. Espectáculo”.
El trino recibió apoyo inmediato de concejales como Andrés Forero da Cambio Radical y Lucía Bastidas del propio Partido Verde.
Forero escribió en su cuenta:
En pandemia y mientras pretende que @ConcejoDeBogota le apruebe un cupo de $10,8 billones, @ClaudiaLopez quiere gastar $5.300 millones en pintar de verde buses nuevos del SITP.
¡Parece que la alcaldesa quiere promover su partido con los recursos de todos!
Bastidas por su parte escribió en uno de sus trinos sobre el tema:
El color #verde, de acuerdo con el mismo manual, está destinado para el servicio del componente alimentador ¿El cambio de color responde a razones técnicas y jurídicas o es solo por #Despilfarro?
En medio de la discusión salieron a relucir los 9 millones de pesos que sería el costo que tendría cambiar de color cada bus y hubo quienes incluso sacaron cuentas multiplicando ese valor por el total de buses que se tendría que pintar llegando el costo a los 5.300 millones de pesos.
La polémica se agudizó y entonces se acusó a la administración López de despilfarradora por pretender semejante “absurdo” que además sería todo un “despropósito”.
Fue entonces cuando el gerente de Transmilenio, Felipe Ramírez, comenzó la tarea de precisar detalles del proyecto del cambio de color de los futuros buses del SITP.
Para empezar puntualizó que no había tal que los buses azules se fueran a cambiar de color, que seguirían siendo de ese color.
Pero reveló que evidentemente estaba ya decidido con el fabricante de los nuevos automotores eléctricos y a gas natural, que los nuevos buses que va a llegar en el proceso de renovación de la flota del SITP serían de color verde. Incluso una fuente de Transmilenio indicó que eventualmente no solo serían verdes sino otros serían amarillos e incluso anaranjados.
Al justificar el cambio de color, Ramírez indicó que se trata de que la ciudad empiece a ver el cambio de esta flota que está ayudando al medio ambiente con su funcionamiento mediante tecnologías limpias.
Frente a la erogación que tendría que hacer el distrito por un eventual cambio de color de algunos buses del SITP que ya están circulando el gerente de Transmilenio señaló que sería asumida por un aliado como es Enel-Codensa.
Sobre esto último también trino la concejal Bastidas quien afirmó que esos recursos que invertiría Codensa en pintar buses, bien podría dedicarlos a un programa de rebaja de tarifas del servicio en la ciudad.
Al final quedó claro que no se repintarán buses azules a verde y si se pretendía hacerlo la presión desde un sector del concejo y de la ciudadanía surtió efecto.
Pero queda en el ambiente que Transmilenio tuvo que reaccionar más a rumores que a hechos ciertos y así quedó de manifiesto en un escueto comunicado de dos puntos con el que puso punto final a la controversia.
El comunicado indicó:
1. No es cierto que para el Distrito exista un costo asociado a la pintura de los nuevos buses del Sistema.
2. El manual de diseño de TransMilenio contempla el cambio de color de los nuevos vehículos que moverán a miles de ciudadanos por la ciudad sin costo para los Bogotanos.