Transmilenio por la Carrera Séptima: Dudas y preguntas luego de abrirse licitación para su construcción

La carrera séptima que según la historia empezó a construirse en el siglo XVI, activa sensibilidades de toda índole y no solamente de quienes viven en su zona de influencia sino en general de una gran mayoría de bogotanos.

Los hay quienes consideran que, por su naturaleza, la séptima debiera ser objeto de una intervención distinta a convertirla en otra troncal de Transmilenio, que implicará severos cambios en su estructura que desnaturalizarán muchos registros de la historia que encierra esta icónica vía.

Los hay quienes plantean que transitar la séptima hoy se convirtió en un viacrucis por su lenta movilidad, lo que se agrava teniendo en cuenta que es un corredor utilizado por miles de personas diariamente que atraviesan la ciudad de sur a norte o viceversa.

El alcalde Peñalosa destaca que su proyecto una vez sea realidad, logrará que se movilicen 19 mil pasajeros por hora sentido en 140 buses articulados a cambio de lo que ocurre hoy cuando 18 mil pasajeros se tienen que transportar en 300 buses.

Agrega el mandatario capitalino que con Transmilenio por la Séptima, la velocidad de desplazamiento que actualmente es de 15 kilómetros hora promedio, pasará a 23 kilómetros hora promedio, teniendo los usuarios hasta 40 minutos en ahorro en trayectos.

Hoy parece imposible que el proyecto del alcalde Enrique Peñalosa pueda detenerse y la apertura de la licitación y el cronograma de construcción anunciado que extiende los trabajos por lo menos durante los próximos 5 años, pareciera asegurar que los bogotanos después del 2024 veremos circulando buses articulados por la carrera séptima.

Sin embargo, ciudadanos residentes sobre la séptima y bogotanos contrarios al proyecto de la administración distrital no cejan en su empeño en atravesarse a esa eventualidad.

Intentos jurídicos como acciones populares para frenar la pretensión de Peñalosa de llevar Transmilenio a la carrera séptima, hasta el momento han fracasado ante los tribunales.

Un comité ciudadano denominado “Defendamos la Séptima” se convirtió en el grupo más activo de oposición a Transmilenio por esa vía y decidió buscar los servicios de un grupo de abogados encabezado por los expresidentes de la Corte Constitucional, Jorge Iván Palacio y María Victoria Calle y el expresidente del Consejo de Estado, Gustavo Gómez Aranguren, para presentar una acción popular sólida contra el proyecto de la troncal de Transmilenio por la Séptima.

Argumentos como que Transmilenio por la Séptima generaría un gran deterioro en un corredor emblemático como ese además de altos niveles de contaminación y que en suma no es una solución integral al problema de movilidad, harán parte central de la acción popular anunciada.

En el entre tanto y una vez conocidos los pliegos para la licitación de la obra, comenzaron a surgir dudas, preguntas y reflexiones sobre su construcción y aquí las registramos con sus respectivos autores.

María Fernanda Rojas, concejal del Partido Verde y crítica del proyecto, ayer mismo reaccionó frente al anuncio de la apertura de la licitación de Troncal de Transmilenio por la Séptima y exhortó al alcalde Peñalosa a que le resuelva a la ciudadanía inquietudes como los siguientes:

  • ¿Por qué Transmilenio por la séptima, solo destinará el 1.4% de los recursos para el mejoramiento de andenes?

 

  • Mientras que a través de los proyectos de la nueva valorización se invertirá en los andenes de la calle 92 y 94 más de un millón de pesos por m2, en la calle 72 la inversión superará los $700mil por m2 y en la 79  los $800mil, para los andenes de la séptima la cifra será menor a los $120mil pesos.

 

  • ¿Qué calidad de obras van a recibir los bogotanos cuando la inversión por metro cuadrado será hasta ocho veces menor que en otros sectores?”

 

  • Los pliegos definitivos aumentan las intersecciones semaforizadas, llegando hasta 58 desde las 54 que inicialmente habían anunciado. Para que nos demos una idea en la troncal existente entre la calle sexta y la calle 193, hay 33 intersecciones, mientras que del portal 80 hasta el portal Norte solo existen 13; ambos trayectos con longitudes similares a las que tendrá la troncal de la séptima. Esto se agrava con el hecho de que 30 de estas solo tendrán un carril, esto reduce la capacidad del sistema significativamente, con lo cual estamos hablando de una troncal ligera de Transmilenio a un costo más alto que las más robustas.

 

  • Los tiempos de ejecución de esta obra tendrían un impacto en el megaproyecto del metro de Bogotá, dado que se debe cumplir el requisito del Gobierno Nacional de comenzar la construcción del Metro después de acabar el Transmilenio por la séptima, así las cosas, el metro no operará antes de 2026.

El anuncio de la apertura de la licitación de Transmilenio por la Carrera Séptima hizo saltar las alarmas también de los miles de usuarios de la ciclovía dominical por ese corredor porque entienden a partir del inicio de la obra y la entrada de los articulados por la troncal, la ciclovía, un patrimonio de la ciudad de más de 40 años, desaparecerá para siempre.

También se citan como efectos nocivos para la séptima llevar el Transmilenio, que en varios tramos los andenes serían máximo de un metro en razón a lo estrecho de la vía, sería un imposible contar con una cicloruta que lleve al centro de la ciudad, parques y plazas tradicionales verían recortadas su áreas y se llevaría por delante la gran alameda que identifica la calle 72.

Una preocupación adicional, poco aireada en las discusiones, es la simultaneidad de las obras del metro y Transmilenio por las Séptima que enfrentará a la ciudad a un inevitable caos de movilidad.

Sin embargo frente a esta preocupación latente surge otra duda, planteada por la concejal María Fernanda Rojas y es el requisito que debería cumplir la administración frente al gobierno nacional de solamente comenzar a construir el metro, cuando culmine las obras de Transmilenio por la Séptima.

El alcalde Peñalosa ha desestimado las críticas contra su proyecto afirmando que son lideradas por “ricachones” que viven en un sector de la séptima, que encuentran inadmisible que Transmilenio pase cerca sus lugares de vivienda y lo ratificó al escribir en su cuenta de Twitter un trino que le significó críticas desde diversos sectores.

Con TransMilenio Séptima Bogotá se volverá la ciudad más avanzada del mundo en desarrollo en movilidad, porque será la única en la que los ciudadanos de ingresos altos utilicen el transporte público”.

Comparte!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a nuestro boletín