Una auditoría realizada por la Contraloría General de la República y la Contraloría de Bogotá reveló una serie de hallazgos administrativos, algunos de los cuales tendrían posible alcance disciplinario y uno con posible alcance fiscal, relacionados con las obras complementarias de la Primera Línea del Metro de Bogotá.
De acuerdo con el órgano de control, se detectaron 22 hallazgos administrativos, de los cuales 14 tienen presunta incidencia disciplinaria y uno con connotación fiscal en cuantía de 18.179 millones de pesos.
En la auditoría se revisó y evaluó la gestión fiscal de veinte contratos (diez de obra y diez de interventoría), por un valor total de $2,69 billones, equivalentes al 71% del valor total de estas troncales, $3,8 billones.
El hallazgo fiscal corresponde a la no deducción de tres estampillas distritales (Universidad Distrital Francisco José de Caldas, para el bienestar del adulto mayor, y Procultura) en los pagos efectuados por Transmilenio a los contratistas del proyecto.
Una vez revisada la documentación de la ejecución de los contratos de la muestra de auditoría, se pudo establecer que las estampillas distritales Universidad Distrital, Procultura y Pro personas mayores no se encuentran deducidas en las órdenes de pago aprobadas por el IDU y realizadas por TRANSMILENIO S.A. a solicitud de este, durante la ejecución de varios contratos.
¿Qué responde el Distrito?
El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) respondió que los contratos revisados por los órganos de control fueron estructurados y adjudicados en administraciones anteriores.
La entidad adelanta un proceso de revisión de dicha estructura contractual con el fin de tomar las medidas necesarias y dar la respuesta oportuna a los entes de control.
Una vez se efectúe el análisis y se unifiquen los criterios respecto de la configuración o no del hecho generador del impuesto y la forma de recaudarlo, se anunciará el plan de acción para atender las observaciones de los entes de control.
Sin embargo, los hallazgos no representan un riesgo en el desarrollo de las obras, por eso, el IDU está tomando las acciones necesarias frente a reprogramaciones y prórrogas, y así culminar estos proyectos de movilidad que son de gran importancia para la ciudad.
La Contraloría General de la República culminó la acción conjunta y coordinada con la Contraloría de Bogotá, pero mantiene la competencia prevalente para ejercer vigilancia y control fiscal sobre la Primera Línea del Metro de Bogotá y, por tanto, continuará realizando el seguimiento permanente a los recursos públicos para el control concomitante y preventivo de este proyecto.