Al inicio de una serie de auditorías por parte de la Contraloría de Bogotá y la Contraloría General de la República se evidenció un retraso del 8% en las etapas previas del proyecto.
Los dos órganos de control realizarán una serie de actuaciones de vigilancia y control fiscal a los recursos destinados a la construcción de la Primera Línea del Metro en el tramo uno.
Además, se revisará la ejecución de las troncales alimentadoras de Transmilenio y la contratación de obras realizada por el Instituto de Desarrollo Urbano entre el 2019 y 2023.
El objetivo es verificar si el contrato se ajustó al marco legal y si fue de conformidad con las normas vigentes.
La auditoría se realizará con las normas y guías de la Contraloría General de la República con un equipo de 12 auditores (6 de la CGR y 6 de la Contraloría de Bogotá).
La auditoría iniciará el próximo tres de febrero para atender las solicitudes, denuncias y alertas que sean asignados al auditor.
Además, se evaluará la gestión para el traslado de redes de servicios públicos necesario para la construcción de las troncales alimentadoras y complementarias del Metro de Bogotá.