Los ladrones ya no miden consecuencias y cada día actúan con mayor violencia para lograr su botín.

La alcaldesa Claudia López resalta que se ha venido registrando un descenso sostenido en manifestaciones delincuenciales como el homicidio y el hurto, pero reconoce que cada vez los delincuentes actúan con mayor violencia para lograr su objetivo.

La mandataria llamó a la unión de  todos para combatir, confrontar, encarcelar y judicializar a quienes hacen hurto violento.

La semana anterior sin embargo se siguió reflejando la constante de hechos delincuenciales en la ciudad, que por su impacto originó que desde diversos sectores se afirmara que definitivamente la seguridad se salió de control.

En la búsqueda de una mirada que ayude en el análisis de la situación de inseguridad que enfrenta la capital, hablamos con el especialista en seguridad ciudadana, Andrés Nieto en Bogotá AM/PM  en Radio Red RCN.

BOGOTAAMPM.- (BAMPM)¿Cuál es su mirada frente a la inseguridad cada vez más creciente en la capital?

Andrés Nieto.- (AN).- Aquí hay dos dinámicas que tenemos que poner sobre la mesa para poder analizar el fenómeno. Uno es que la pandemia cambió, no sólo la dinámica en salud pública y en términos sociales, sino también en lo delincuencial en términos de la denuncia formal.

Recordemos que las cifras de la Policía y la Fiscalía son las formales de acuerdo a las denuncias que llegan, y en eso Bogotá y todo el país sí tienen disminuciones. El problema cuál es? El problema es que cada vez más los delincuentes están ejerciendo mayor violencia para lograr su cometido.Tenemos menos hurtos, pero quizás más violentos.

Cuando hablamos del panorama nacional del 100% de los hurtos que se denuncian, en el 40 % siempre hay uso de arma blanca o de arma de fuego. Eso representa  un aumento de 8 puntos en comparación con otros años.

Pero tiene una explicación. Hoy es sumamente fácil acceder a un arma. Las armas de fuego, por ejemplo, se alquilan desde 15 mil pesos por horas y las armas blancas no tienen ningún tipo de regulación. En el Congreso se han caído tres proyectos para intentar crear un Plan Nacional de Desarme que le dé dientes reales a la policía, a las autoridades, frente a los famosos puñales, patecabras, puñaletas , que hoy son de libre circulación.

Pero también hay un problema estructural que incluso sobrepasa a Bogotá. Para ponerlo en cifras y para poderlo explicar: Un ladrón que robe sólo de lunes a viernes, pongamos por ejemplo los teléfonos celulares, si roba uno diario, por cada teléfono le pagan entre 80 mil y quinientos mil pesos, dependiendo la gama lo que quiere decir que perfectamente al mes puede ganar dos millones de pesos. Eso es prácticamente dos salarios mínimos legales vigentes.

El resultado es que en este país es rentable delinquir. Las rentas ilícitas son tan fructíferas económicamente hablando que como les digo, un ladrón gana más que una persona en un empleo. Eso es muy grave porque por eso es que los ladrones ya no están midiendo consecuencias y atacan cada vez con más violencia con tal de conseguir el botín y  eso es un problema nacional.

BAMPM.- ¿Y en esa realidad que usted muestra no debe incluirse la poca o nula aplicación de justicia cuando se captura a los delincuentes?

AN.- Si, ese es el principal problema, además porque la mayoría de debates se han quedado en atender las problemáticas de la policía, que como toda institución, tiene cosas para manejar y cosas para solucionar, pero también están haciendo su trabajo.

Recordemos que Colombia tiene un déficit de cerca del 39% en policías y los que están, literalmente están doblados en turnos, están intentando hacer, pero la cobertura no nos da y no nos da porque hace diez años las personas ya no quieren incorporarse a la policía.

Eso nos lleva al segundo punto y es que  el sistema de justicia está colapsado por varias razones:

El estándar internacional Naciones Unidas dice que deberían existir sesenta y cinco jueces y fiscales por cada 100 mil habitantes. Colombia sólo tiene diez. Entonces a  veces no es que el fiscal o el juez no quiera trabajar, sino que están colapsados.

Lo que por ejemplo en Argentina hacen 7 fiscales, en Colombia le toca a uno solo y si eso se suma además con unos delitos que son excarcelables porque son la famosa mínima cuantía, porque no hay denuncia, porque no hay soporte, no hay prueba el problema es todavía más grave.

No sólo es cárcel ahora, sino que se vencen los términos y no se logra presentar una judicialización efectiva. En resumen, esto es un colapso no sólo del sistema de seguridad, sino del de convivencia y el de justicia. Por qué? Porque adicional a esas dos problemáticas que acabamos de mencionar, del déficit de policías y el déficit de fiscales, tenemos otra situación y es que estamos malgastando a la fuerza pública.

Los ciudadanos están llamando a la policía para temas que son de cultura ciudadana y de autorregulación. El problema del perro, el problema de la basura, el problema del ruido y eso no tiene que ver con la gran criminalidad. Cuando usamos el tiempo de los policías para estas situaciones que deberían ser de regulación , de buen comportamiento, pues estamos quitando una unidad para que luche contra el crimen en la calle y eso es lo que tenemos que empezar a trabajar también desde la conciencia ciudadana y desde el compromiso ciudadano.

Dejemos de llamar a la policía para todo, para poder concentrar los pocos que hay en la lucha contra la delincuencia.

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