Cada día resulta más difícil desconocer que el espacio público en Bogotá es explotado por mafias, que aprovechándose de la necesidad de quienes no tiene otras opciones laborales, deben lanzarse a las calles para vender desde baratijas hasta alimentos, para poder subsistir.
El más reciente caso se dio anoche cuando en desarrollo del desalojo de por lo menos 400 vendedores estacionarios ubicados en los alrededores de la Plaza Imperial, localidad de Suba,se comprobaron testimonios de quienes aceptan que para poder instalar sus carpas debieron pagar cada uno a esas mafias 4 millones de pesos y comprometerse además a pagar una especie de arriendo por explotación del sitio a razón de 500 mil pesos mensuales.
Escuche aquí detalles de este operativo que evidencia la actividad mafiosa en la explotación del espacio público bogotano