La discusión politizada sobre licitación de Transmilenio que supera la obligación ambiental

Una vez se adjudicaron cinco de los seis contratos que por doble vía asignan provisión y operación de la flota de buses de Transmilenio para fase I y II, se desató una confrontación que respondió, contadas algunas excepciones, más a lo político que a lo realmente importante: El avance que la ciudad está obligada a dar en pro de un transporte masivo ambientalmente responsable.

Desde la trinchera peñalosista se respondió a las críticas sobre la continuidad de más buses a diésel que a gas y ninguno eléctrico por ahora, recordando que la licitación que se acababa de definir era una responsabilidad de los dos gobiernos anteriores de la ciudad, Moreno y Petro, que en cambio prorrogaron los contratos existentes.

La concejal Lucia Bastidas, reconocida peñalosista, al destacar desde su óptica el resultado de la licitación del viernes no dudó en afirmar que la actual administración no recibió ningún adelanto de la pasada para empezar licitaciones de esos buses viejos que aún circulan por las troncales lo que la llevó a asegurar que hoy los usuarios están felices porque van a estrenar buses que no contaminan.

Los petristas por su parte, sin ahondar en la acusación de negligencia del alcalde anterior, la emprendieron contra el resultado de la licitación ante la continuidad de buses a diésel con tecnología V, ya descontinuados en la mayoría de los países de Europa y la ausencia de buses eléctricos, quedando por asignar el lote de Américas que fue declarado desierto.

En medio de esa confrontación, como una isla, aparece el concejal Juan Carlos Flores quien, apartado de la discusión política, evidenció que la ciudad ha perdido una gran oportunidad de adoptar tecnologías realmente limpias en el sistema Transmilenio y en cambio seguirá con una tecnología anticuada y peligrosa para la salud humana.

El alcalde por su parte decidió enfrentar el debate con acusaciones de contra miembros del concejo que criticaron la licitación asegurando que es producto de su cinismo y comportamiento clientelista cuando no se les da un puesto. Agregó que esos críticos son enemigos de oficio practicante de una politiquería barata.

Pero en medio de la discusión apareció el anuncio de la Personería Distrital de estar estudiando la apertura de una indagación preliminar contra varios funcionarios de Transmilenio por posibles irregularidades detectadas en los procesos de licitación para el suministro de buses y operación de las Fases I y II del sistema de transporte masivo.

Debe recordarse que el ministerio público distrital había presentado 50 observaciones sobre la licitación encontrando que frente a una de ellas se habría priorizado para la asignación de los contratos el tema económico sobre el ambiental.

Desde el Congreso representantes a la Cámara por Bogotá como Juan Carlos Losada del partido liberal expresaron también su decepción por la continuidad de más buses diésel frente a otras tecnologías. En el caso específico de Losada anunció que se estudia la presentación de una acción que posibilite que futuras administraciones estén obligadas a adoptar, no solo en Bogotá, sino en todo el país tecnologías limpias que garanticen el derecho fundamental a la salud de los usuarios de sistemas de transporte masivo.

Escuche el desarrollo de este tema con testimonios de quienes fueron entrevistados hoy en BOGOTA AMPM en RADIO RED RCN 970 AM a las 12 del día.

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