La ciudad enfrenta en las dos últimas semanas una etapa de hechos violentos con la instalación de petardos en la zona de Teusaquillo y este fin de semana en el Barrio La Macarena que han originado toda suerte de hipótesis sobre el origen de los mismos y la intencionalidad que encierran.
Está claro que hay alguien o algunos que sospechosamente quieren generar un clima de zozobra e incertidumbre y no han reparado en nada para hacerlo.
Resulta difícil conectar lo ocurrido en Teusaquillo y La Macarena. Las causas pueden ser distintas, condenables las dos claro, pero al final generan un ambiente de preocupación y miedo en la ciudad.
Los petardos de Teusaquillo las autoridades los investigan partiendo de la base de un posible acto de violencia contra negocios que se estarían enfrentando a intentos de extorsiones.
El tema resulta preocupante porque de ser así expone una problema de seguridad grave ya que es la acción de grupos delincuenciales adoptando viejas fórmulas de la subversión para intimidar y sacar provecho económico de quienes honradamente trabajan y generan empleo en la capital.
Lo ocurrido ayer en la madrugada en La Macarena es, en opinión de las autoridades, un hecho preparado y dirigido intencionalmente para atacar a miembros de la fuerza pública.
Las características del explosivo combinado con metralla demuestra que quienes perpetraron este hecho querían causar grave daño a uniformados.
Lo que resulta irresponsable es que sin mediar información concreta, nos aventuremos a lanzar acusaciones o sindicar a alguien en particular sobre los recientes hechos terroristas.
Irresponsable es siquiera tratar de vincular a sectores que promueven la revocatoria del alcalde Peñalosa como presuntos responsables de lo que pasó en La Macarena entre tanto no haya información, pruebas, hechos concretos que permitan inducir a esa tesis.
Y digo irresponsable porque, contrario como soy a la revocatoria de Peñalosa, no es serio que se intente deslegitimar una opción que tienen quienes la promueven para hacer oír sus voces.
Lo juicioso es pedir que se maximicen los operativos de vigilancia y se activen los protocolos para enfrentar la acción de los terroristas y esperar el resultado de las investigaciones que adelantan quienes tienen esa misión
Cualquier otra cosa no es más sino hacerle el juego a quienes quieren con acciones criminales hacernos sentir miedo.