Un mensaje directo fue el que lanzó a los taxistas el Secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo luego que uno de sus líderes le pidiera la renuncia.
Interpretación mía sobre lo que Bocarejo les quiso decir: No renuncio, aquí estoy, aquí me quedo. El Secretario de Movilidad en cambio pasó a la ofensiva en relación con ese gremio.
Anunció algo que ayer pedíamos lo hicieran las propias organizaciones de taxistas. Depurar su personal, lo que equivale a decir que expulsen de su gremio a delincuentes que se hacen pasar como taxistas y que quienes lo son presten un servicio que resulte atractivo para los usuarios. Es la mejor manera de luchar contra Uber.
Pues no. Bocarejo decidió que será el Distrito el que liderará un trabajo para expulsar a los conductores violentos incrustados en las 62 empresas de taxis legalmente autorizadas para trabajar en la ciudad.
Ni quiero imaginarme la reacción de Hugo Ospina, el vocero de los taxistas que pedía la renuncia de Bocarejo. Pero sí me imagino la reacción de muchos ciudadanos frente al anuncio de esa depuración y es reconocerla como una urgencia para mejorar la relación usuario-taxista en la capital.
Por otro lado Bocarejo subliminalmente les está diciendo a los taxistas que por ahora se olviden del subsidio de 500 pesos por carrera que se planteó si bajaban niveles de accidentalidad y mejoraban la atención al pasajero.
Y será mucho lo que deberán cambiar en su manejo al volante y servicio al cliente los taxistas si quieren acceder a ese subsidio. El dato es significativo: En 2016 se registraron 57.690 multas a conductores de taxi, cifra que aumentó un 94 % con respecto al 2015.
Y para tener en cuenta estos nombres. Movilidad dio a conocer el escalafón de las empresas de taxi con mayor accidentalidad. Los tres primeros puestos los ocupan Rentaxi S. A, Nueva Empresa de Taxis S. A. y Taxis Libres Bogotá S. A.