La historia sin fin de los enfrentamientos entre encapuchados que actúan desde el interior de la Universidad Nacional y el ESMAD, llevó esta semana a un escenario que trasciende lo vándalo a lo criminal.
La denuncia de la alcaldesa Claudia López y que asegura está respaldada en pruebas contundentes que los encapuchados en los disturbios del jueves usaron botellas llenas de ácido contra los uniformados, generaron voces desde distintos sectores, sobre la urgente necesidad de que se adelante un efectivo control del campus universitario.
La alcaldesa de Bogotá el mismo jueves, día de los más recientes enfrentamientos en inmediaciones de la Universidad Nacional escribió en su cuenta de Twitter: “Hoy, vándalos encapuchados desde dentro de Universidad Nacional no solo lanzaron piedras y bombas, sino botellas con ácido. Necesitamos un mayor compromiso de la comunidad universitaria y sus directivas. Necesitamos su control efectivo dentro del campus y coordinar con el nuestro afuera”.
El uso de ácido en botellas por parte de los encapuchados habría quedado probado cuando en declaraciones ayer por la tarde del comandante operativo de la policía metropolitana, coronel Necton Borja, aseguraba que uno de sus hombres, integrante del ESMAD, había soportado el lanzamiento de la sustancia química con su escudo de protección.
La alcaldesa López al tiempo que exigía compromiso de las directivas de la universidad en maximizar medidas de control interno en el campus universitario, reiteró que es respetuosa de la autonomía universitaria y que solo permitirá el ingreso de la fuerza pública al campus si las directivas del centro educativo así lo piden.