Ante el continuo descenso del abastecimiento de los embalses de la región, el director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, Alfred Ballesteros, reiteró el llamado a las autoridades municipales, empresas de servicios públicos y a la comunidad en general para estar preparados y hacer frente a la temporada seca, que ha cobrado fuerza desde el mes de diciembre.
De acuerdo con los pronósticos del Ideam, las precipitaciones se han reducido significativamente, lo cual se ha reflejado en el descenso de los niveles de los embalses ubicados en el territorio a cargo de la CAR Cundinamarca.
Los reportes sobre el estado de los embalses muestran un descenso sostenido en algunos agregados, como el Norte y el sistema Chingaza, los cuales, gracias a una operación técnica controlada y a las medidas de racionamiento implementadas en Bogotá y algunos municipios de la Sabana, siguen cumpliendo su función de abastecimiento y regulación.
Estado de los embalses:
- Embalse de Chingaza: 49,86% de su capacidad.
- Agregado norte: 56,18%.
- Agregado sur: 69,64%.
Desde la CAR se ha insistido en la necesidad de adoptar prácticas de uso y consumo eficiente del agua, especialmente en esta temporada de fin de año. Por ello, el director invitó a las comunidades de las zonas donde aún se presenten algunas precipitaciones a que recojan y almacenen agua lluvia.
“Hacemos un llamado al ahorro y cuidado del recurso hídrico, ya que los pronósticos indican que para los meses de enero y febrero de 2025 se mantendrán las condiciones propias de la temporada seca”, añadió el funcionario.
La entidad también hizo un llamado para implementar medidas de contingencia, como el monitoreo constante de fuentes hídricas, el aprovechamiento de agua subterránea y la promoción de sistemas de recolección de aguas lluvias, como el programa Lluvia para la Vida, que permite a los hogares rurales almacenar hasta 1.000 litros para actividades no potables.
Además, la posibilidad de levantar el racionamiento de agua durante las festividades de diciembre podría cancelarse si no hay mejoras en los niveles de los embalses. Por lo tanto, se podrían tomar decisiones más drásticas a partir de enero.