La Superintendencia Nacional de Salud ordenó la intervención forzosa y administrativa de la SubRed Centro Oriente en Bogotá, junto con la toma de posesión de sus bienes, haberes y negocios. Esta medida se tomó debido a la evidencia de aproximadamente 30 deficiencias administrativas, financieras, asistenciales y jurídicas que se han mantenido de manera reiterativa desde el año 2022.
Según la entidad, hasta la fecha no se ha logrado reducir las barreras de acceso para los usuarios, y la atención continúa siendo fragmentada y con escasa capacidad resolutiva, especialmente en los servicios de mediana y alta complejidad.
En cuanto al aspecto financiero, la SubRed presenta un déficit en los ingresos por la prestación de servicios en comparación con los costos y gastos generados en el ejercicio de su actividad.
Se identificaron falencias en el adecuado recaudo de ingresos, lo que impacta directamente en el incumplimiento de pagos, especialmente con el personal de salud y los proveedores, en particular aquellos relacionados directamente con la atención de los pacientes, como el suministro de medicamentos, dispositivos e insumos médicos.
Esta situación está afectando la calidad de la atención en salud para la población residente en las localidades de Santa Fe, San Cristóbal, Los Mártires, La Candelaria, Antonio Nariño y Rafael Uribe Uribe.
Tras revisar los indicadores de la entidad, se han identificado 30 hallazgos, 13 correspondientes al componente de salud, 13 de orden jurídico y cuatro financieros.
El superintendente de salud, Luis Carlos Leal, asguró que la población beneficiada por los servicios de la SubRed Centro Oriente continuará recibiendo atención sin restricciones.
Como parte de esta medida, se ordenó la separación del cargo de la gerente encargada, Melissa Triana, así como la junta directiva. En su lugar, la Supersalud ha designado a Luis Oscar Galaves Mateus como nuevo agente especial interventor de la SubRed Centro Oriente.