Preocupante panorama del hambre en la ciudad

Una encuesta de percepción realizada por la Veeduría Distrital a más de cuatro mil hogares sobre Hambre Oculta y Seguridad Alimentaria en Bogotá reveló que el factor económico sigue siendo el principal determinante en el acceso a alimentos nutritivos y saludables.

Los resultados indicaron que, mientras el 61% de los hogares puede garantizar tres comidas diarias, solo el 33% asegura entre una y dos comidas diarias.

El 27% de los hogares consume frutas y verduras una o dos veces por semana, y el 30% consume carnes rojas con la misma frecuencia.

Además, la situación es aún más preocupante en los estratos 1 y 2, donde el 43% y el 35% de los hogares, respectivamente, solo pueden asegurar dos comidas al día, destacando una problemática significativa en estos estratos.

Aunque los ciudadanos reconocen la importancia de consumir alimentos de alta calidad nutricional, los altos costos de estos productos superan el poder adquisitivo de muchos hogares, especialmente en los estratos 1 y 2, cuyos ingresos no exceden el salario mínimo.

El 60% de los hogares de estrato 1 reportó ingresos inferiores a $1.300.000, mientras que el 40% de los hogares de estrato 2 también declaró ganar menos de esa cantidad, lo que equivale a menos de un salario mínimo por hogar. Además, se señala que la línea de pobreza en Bogotá es de $592.369 por hogar.

Las localidades con mayores limitaciones para acceder a alimentos nutritivos y saludables son Kennedy, Bosa, Suba y Engativá. En estas zonas, aproximadamente el 40% de los hogares ha tenido que reducir tanto la cantidad como la calidad de los alimentos debido a restricciones económicas.

Para el órgano de control, es fundamental abordar las disparidades económicas que afectan el acceso a una alimentación adecuada.

“Es esencial seguir desarrollando e implementando políticas públicas integrales que aborden dicha problemática y promuevan la seguridad alimentaria, con el fin de mejorar el acceso a alimentos saludables y elevar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad”, agregó la veedora distrital, Adriana Herrera.

La Veeduría hizo un llamado para que se implementen políticas públicas que mejoren el acceso a alimentos nutritivos y saludables, y fortalezcan la seguridad alimentaria en las localidades más afectadas de Bogotá.

Entre las recomendaciones, se incluye la reducción de la intermediación para disminuir costos, así como mantener la eficacia y calidad del Programa de Alimentación Escolar (PAE), brindando alimentación saludable al 100% de los estudiantes de colegios públicos distritales, con raciones diarias, y un aumento al 55% de raciones de comida caliente.

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