Nuevamente, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, denunció que algunas sedes sindicales se han transformado en fachadas para operar como establecimientos comerciales donde se realizan actividades ilegales.
De acuerdo con el mandatario, estas supuestas sedes sociales no pueden ser consideradas como zonas de despeje en la capital, ya que están siendo utilizadas para el comercio ilícito.
La preocupación del alcalde se centra en el uso indebido de la figura sindical, que permite a ciertos establecimientos operar sin la debida supervisión de las autoridades.
“El Gobierno nos tiene que apoyar para que aquellos que se escudan en la figura del sindicato, pero no son verdaderamente sindicatos, podamos ejercer control en esos sitios y garantizar que no ocurran actividades ilegales, muchas veces relacionadas con drogas, la presencia de menores, y el expendio de licor a menores, entre otras cosas”, señaló el alcalde.
Las denuncias han sido reiterativas en varios sectores de la capital, lo que ha llevado a las autoridades a investigar y tomar medidas para abordar esta problemática.
Solo en la localidad de Antonio Nariño, se han identificado al menos diez establecimientos que funcionan como sindicatos y que están involucrados en la venta ilegal de licor.
A la preocupación de las autoridades locales se sumó el alcalde de Chía, Leonardo Donoso, quien denunció que varios establecimientos operan en el municipio bajo la fachada de sindicatos, por lo que apoya la propuesta del Distrito de solicitar una mayor regulación de estos sitios.
El alcalde Galán hizo un llamado al Ministerio de Trabajo y al Gobierno Nacional para que regulen los sitios utilizados por sindicatos en la capital y presten más atención a estos hechos.