La CAR dio a conocer la existencia del caracol africano. Este molusco de 20 cm de altura es un riesgo para los humanos y sus cultivos debido a las más de 36 bacterias que desarrolla a su paso.
El director de la CAR, Alfred Ballesteros, enfatizó que en las regiones de Sumapaz, Gualivá, Tequendama y Alto Magdalena, donde la presencia de esta especie es mayor, se vienen realizando jornadas de sensibilización e información a la comunidad, para que informen a la autoridad ambiental sobre su presencia y así puedan realizar la eliminación de los moluscos.
Una sola pareja puede llegar a tener unos 128 millones de individuos en un lapso de dos años. A esto se suma que, en temporadas secas, el caracol se esconde bajo la tierra buscando humedad y vuelve a salir en las temporadas de lluvia.
Según Ballesteros, “Estamos comprometidos a eliminar de manera gradual y controlada especies invasoras tanto de flora como de fauna, con el fin de proteger nuestra riqueza natural y promover entornos sostenibles”.
Con la llegada de la temporada de lluvias, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) hizo un llamado a las autoridades municipales y a la comunidad en general para que reporten de manera inmediata la presencia del caracol gigante africano, una especie invasora y altamente peligrosa para los ecosistemas y la salud humana.
Cabe recordar que estos caracoles encuentran el hogar perfecto en antejardines, patios y solares, en andenes, zonas verdes y parques, construcciones abandonadas, viveros, lotes deshabitados, cementerios, malecones, canales de aguas lluvias y entre los escombros, entre otros.
El caracol gigante africano es el molusco terrestre más grande (20 cm de altura por 30 cm de largo) y forma parte de las 100 especies más peligrosas del mundo, debido a la amenaza que representa para los cultivos y, en general, para el medio ambiente por su capacidad reproductiva y destructiva.