La concejal de Bogotá, Heidy Sánchez Barreto, de la Coalición Pacto Histórico, lideró un debate de control político en el que solicitó la renuncia de Leónidas Narváez, gerente del proyecto de la Primera Línea del Metro de Bogotá (PLMB). Según Sánchez, la gestión de Narváez ha generado un retraso de un año y dos meses en la ejecución del tramo 1 del metro, así como un detrimento al patrimonio del Distrito por 25.415 millones de pesos.
Entre los principales argumentos de la concejal, se encuentra la modificación del contrato original que extendió el plazo para la entrega del Intercambiador vial de la calle 72 hasta octubre de 2024, a pesar de que inicialmente debía ser entregado en enero de 2023. Este cambio, según Sánchez, favoreció al contratista privado en detrimento del avance de la obra en Bogotá.
Otro punto crítico señalado por Sánchez es el retraso en la obtención de la no objeción para los estudios y diseños de detalle principales, que originalmente debían estar listos en enero de 2023, pero que solo fueron aprobados en marzo de 2024. Este incumplimiento conllevaba a una multa de 27.300 millones de pesos a favor del Distrito, pero solo se impuso una sanción por 1.885 millones de pesos, lo que dejó de causar multas por 25.415 millones.
Además, Sánchez alertó sobre el riesgo de nuevos retrasos debido a la reducción de siete meses en el cronograma de la fase de construcción, lo que podría afectar la culminación del proyecto. Finalmente, la Concejal denunció los errores cometidos en la licitación de la denominada Segunda Línea del Metro (SLM), cuya adjudicación ha sido aplazada hasta febrero de 2025, con lo que se repite el modelo de concesión que ya ha mostrado fallos significativos en la PLMB.
Heidy Sánchez cerró su intervención en el Concejo afirmando que, debido a la pésima gestión de Narváez, Bogotá enfrenta no solo demoras en la construcción del metro, sino también un impacto negativo en las finanzas del Distrito, por lo que insistió en la necesidad de un cambio en la gerencia del proyecto.