Más de un millón de bogotanos viven con inseguridad alimentaria

El concejal del Nuevo Liberalismo, David Saavedra, alertó que el 13 % de los ciudadanos siguen enfrentando dificultades para acceder a una alimentación adecuada; es decir, que 1,1 millones de personas no cuentan con seguridad alimentaria.

Por otro lado, el 52 % de los capitalinos se encuentra en un estado de seguridad alimentaria marginal, según datos del Programa Mundial de Alimentos (2024).

«En cuanto a la seguridad alimentaria marginal, esta quiere decir que cualquier factor puede poner a esas personas en riesgo de vulnerabilidad, porque hablamos de familias que dependen de una sola persona con empleo y, si esta pierde su trabajo, toda la familia quedaría en una situación de inseguridad alimentaria mucho más dramática”, afirmó el concejal Saavedra.

El cabildante resaltó que se ha logrado una reducción histórica en los casos de desnutrición aguda en menores de cinco años, pasando de 6.418 casos en 2020 a 3.418 en 2024 (una caída del 46 %), así como un descenso en los casos de bajo peso al nacer, que pasaron de 11.865 en 2019 a 9.339 en 2024.

El Programa Bogotá Sin Hambre 2.0, impulsado por la Secretaría Distrital de Integración Social, la Secretaría de Educación del Distrito y la Secretaría Distrital de Salud, constituye la estrategia de seguridad alimentaria más ambiciosa de la ciudad en décadas y la más robusta a nivel nacional.

Actualmente, Bogotá cuenta con 50 nuevos comedores comunitarios, pasando de 115 a 165, para beneficiar a 109.000 personas. Además, se entregan 880.000 raciones diarias de alimentos a estudiantes a través del Programa de Alimentación Escolar (PAE), considerado el mejor del país, y se implementó un nuevo modelo del Ingreso Mínimo Garantizado (IMG) que permitirá transferir más de 850.000 pesos mensuales a los hogares más vulnerables.

Sin embargo, Saavedra advirtió que la ciudad debe seguir enfocando sus esfuerzos en la lucha contra el hambre, enfrentando dimensiones críticas como el incremento de casos de delgadez entre adultos mayores de 65 años, que pasaron de 11.433 en 2020 a 48.987 en 2024, siendo Suba, Kennedy y Engativá las localidades más afectadas.

“La lucha contra el hambre no se puede limitar a acciones asistenciales. Como lo establece el enfoque integral propuesto, combatir la inseguridad alimentaria requiere un esfuerzo transversal que involucre también a sectores como salud, educación, desarrollo económico y vivienda”, agregó Saavedra.

El concejal puntualizó que es necesario crear conciencia entre los ciudadanos frente al desperdicio de alimentos, ya que anualmente en Bogotá se tiran a la basura cerca de 1,2 millones de toneladas.

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