Durante la mañana de este martes, decenas de usuarios de los comedores comunitarios de la ciudad protestaron en las inmediaciones de la Secretaría de Integración Social, alegando el desmonte del componente de inclusión social de estos espacios.
De acuerdo con los líderes de la protesta, el cierre de los comedores afectaría especialmente a la población más vulnerable de la ciudad, que depende de su ración diaria de comida caliente.
Ante estas versiones, el secretario de Integración Social, Roberto Angulo, señaló que actores inescrupulosos instrumentalizaron a la población vulnerable, incluidas personas mayores y niños, por el supuesto cierre de los espacios, aclarando que esta información es falsa.
Según el funcionario, estos espacios seguirán operando bajo el programa ‘Bogotá Sin Hambre 2.0’, y se fortalecerá su enfoque en la inclusión social a través del componente de bienestar alimentario.
En el Plan de Desarrollo Distrital, el número de comedores aumentará de 115 a 165, con el objetivo de beneficiar a 109 mil personas para el 2027, combatiendo la inseguridad alimentaria en la ciudad, y reduciendo el índice de inseguridad alimentaria grave del 4,2% al 2,2%.
Angulo añadió que el componente de inclusión social no se va a terminar. ‘Lo que hicimos fue no pedirle participación a los operadores y asociados en este componente, sino asumirlo nosotros mismos en Integración Social’, explicó.
La entidad invitó a los operadores a participar en el proceso de adjudicación para la operación de los comedores comunitarios. El 9 de octubre finaliza la recepción de comentarios, el 15 de octubre se dará respuesta a estos, y hasta el 18 de octubre se podrán postular a los distintos sectores catastrales. El 12 de noviembre se adjudicará la licitación para estos espacios.
Esta transformación en el servicio tiene como objetivo proporcionar a los beneficiarios de todos los comedores las herramientas necesarias para tomar decisiones que promuevan una alimentación saludable y sostenible.