La Procuraduría General de la Nación emitió una alerta por los riegos que podría implicar una eventual modificación en el trazado de la Primera Línea del Metro de Bogotá.
Según el órgano de control, el cambiar el contrato para que sea la línea subterránea sería un riesgo por los impactos que se generarían por dichas modificaciones con mayores plazos en la ejecución del proyecto.
Entre los riesgos más fuertes estaría el incremento de precios en diseños y construcción, volatilidad del dólar, incertidumbre sobre la destinación del gran número de predios que ya fueron adquiridos y pagados para la construcción del metro elevado.
Dicha modificación representaría un detrimento patrimonial y vulneraciones al principio de planeación contractual, y afectaciones a la movilidad de los habitantes de la ciudad de Bogotá que reclaman prontas soluciones en el transporte público.
Por estas razones, la Procuraduría revisará los conceptos e informes en los que se plantea una modificación del objeto del contrato de concesión del Metro.